Una incrustación dental es una restauración parcial que se cementa al diente restituyendo la estructura dental perdida. Este tipo de restauración permite una máxima preservación de la estructura dental sana.

El implante dental es una raíz dental artificial, en otras palabras, es un tornillo de titanio que se inserta en el hueso de la mandíbula o del maxilar para sustituir el diente que falta como si fuera un diente natural.

Las carillas estéticas dentales consisten en unas láminas finas de diferentes materiales como la porcelana, cuyo grosor puede variar entre 0,8 y 1,5 milímetros. Se instalan sobre la superficie de la cara externa de los dientes, de modo que camuflan la pieza dental natural.

Las coronas dentales son un tipo de prótesis fija de carácter unitario, usadas para restaurar dientes con múltiples superficies axiales defectuosas, por ejemplo, a causa de fracturas o de caries dental.

La prótesis parcial removible es un elemento artificial que se realiza con el fin de reemplazar algunas de las piezas dentarias que se han perdido debido a factores de higiene y/o lesiones de estructura y del soporte dentario. 

Los puentes fijos de porcelana ya son tratamientos más complejos, pues hay que tomar en cuenta no solo la estética, sino que también la función  que va a tener el puente.

Si a usted le falta una pieza, significa que ocupa una puente de tres unidades.

La prótesis total es una dentadura artificial que tiene la función de reemplazar la totalidad de las piezas dentales perdidas, bien sea en uno de los maxilares o ambos.